Lo más bonito que hay es compartir, tender la mano a quien no tiene y dar sin recibir.

En Perú, con cinco horas de diferencia horaria, se preparan para compartir un maravilloso festín de recetas criollas peruanas con los alimentos que hemos enviado. Gracias a la Congregación Verbo y Víctima que conocen de primera mano la situación en el que viven muchas familias y a las que agradecemos su entrega y colaboración a pie de campo, donde están entregando más donaciones que hemos enviado.